Al venerable hermano Zuriel Arizmendi O. de M., salud y Bendición Apostólica.
El Buen Pastor, que no abandona a su rebaño, sino que lo guía con ternura y firmeza, ha querido conceder un nuevo pastor a la amada Iglesia particular de León, rica en historia evangelizadora, fecunda en vocaciones y viva en la fe del pueblo santo de Dios.
Después de haber considerado con atención las necesidades espirituales de dicha arquidiócesis y tras haber escuchado el parecer de quienes, según el derecho, deben ser consultados, por nuestra Autoridad Apostólica, tenemos a bien nombrarte como arzobispo metropolitano de la Arquidiócesis de León en Nicaragua, dotado de las cualidades pastorales, humanas y espirituales necesarias para tan alto ministerio.
Confiamos en que sabrá, con espíritu de comunión y caridad pastoral, continuar la misión de sus predecesores, anunciando con fidelidad el Evangelio, promoviendo la unidad del pueblo de Dios, alentando a los presbíteros, consagrados y fieles laicos, y ofreciendo testimonio de una Iglesia sinodal, misionera y cercana a los más necesitados.
Invocamos sobre él la asistencia del Espíritu Santo y la protección de la Santísima Virgen María, Nuestra Señora de la Merced, patrona de León y Estrella de la Evangelización, para que su ministerio sea fecundo en frutos de santidad y paz para toda la Iglesia de León.