ORACIONES POR UN PONTÍFICE DIFUNTO
PARA SU USO EN LA SANTA MISA
En cumplimiento de nuestro deber de establecer todo lo que tiene que ver con el recto ejercicio de la liturgia en la Iglesia, presentamos a todos el pueblo orante, las oraciones para las celebraciones en sufragio del alma del Santo Padre, el Papa Juan Pablo VI de Minecraft, que han de usarse en las Misas en toda la Iglesia, con excepción de aquellas celebraciones que tienen su propio ritual y liturgia.
Recordamos las instrucciones dadas para este tiempo de sede vacante, emitidas por este Dicasterio en documento oficial de fecha 29 de noviembre de 2024. Cualquier indisposición o abuso será denunciado a las autoridades competentes.
Oración ColectaOh, Dios, fiel remunerador de las almas, concede a tu siervo difunto el papa Juan Pablo, a quien constituiste sucesor de Pedro y pastor de tu Iglesia, que, por los misterios de tu gracia y tu perdón que administró fielmente en la tierra, goce con alegría junto a ti en el cielo para siempre. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.O bien:Oh, Dios, que en tu providencia inefable quisiste que tu siervo, el papa Juan Pablo, estuviera al frente de tu Iglesia, te pedimos que quien hacía las veces de tu Hijo en la tierra sea recibido por él en la gloria eterna. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.O bien:Oh, Dios, Pastor inmortal de las almas, mira con bondad al pueblo que te implora y concede a tu siervo, el papa Juan Pablo, que presidió en la caridad a tu Iglesia, alcanzar, por tu misericordia, el premio del administrador fiel, con el pueblo que le fue confiado. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.Oración sobre las ofrendasTe pedimos, Señor, por este piadoso culto de reconciliación, que el alma de tu siervo, el papa Juan Pablo, reciba la feliz recompensa, y a nosotros tu misericordia nos obtenga los dones de la gracia. Por Jesucristo, nuestro Señor.O bien:Mira, Señor, con bondad las ofrendas de la Iglesia suplicante y, por la eficacia de este sacrificio, concede a tu siervo, el papa Juan Pablo, a quien constituiste sumo pontífice al frente de tu pueblo, ser contado en el número de tus sacerdotes elegidos. Por Jesucristo, nuestro Señor.O bien:Mira con bondad, Señor, esta ofrenda de reconciliación de tu pueblo, por la que confiamos a tu misericordia el alma de tu siervo, el papa Juan Pablo, y quien en la familia humana fue instrumento de tu caridad y de tu paz, como fruto perpetuo de ambas, merezca alegrarse con tus santos. Por Jesucristo, nuestro Señor.Oración después de la comuniónAlimentados con los sacramentos de tu comunión divina, te pedimos, Señor, que tu siervo el papa Juan Pablo, que quisiste que fuera en la tierra fundamento visible de la unidad de tu Iglesia, sea agregado felizmente a la bienaventuranza de tu grey. Por Jesucristo, nuestro Señor.O bien:Después de recibir los divinos auxilios de tu amor, te pedimos, Señor, que tu siervo, el papa Juan Pablo, fiel dispensador de tus sacramentos en la tierra, proclame eternamente tu misericordia en la gloria de los santos. Por Jesucristo, nuestro Señor.O bien:Al acercarnos a la mesa del banquete eterno, imploramos humildemente, Señor, tu misericordia por el alma de tu siervo el papa Juan Pablo; para que se alegre con la posesión de la verdad, en la que confirmó fielmente a tu pueblo. Por Jesucristo, nuestro Señor.PREFACIO DE DIFUNTOS IVDe la vida terrena a la gloria eterna
Este prefacio se dice en las misas de difuntos.El sacerdote comienza la plegaria eucarística con el prefacio. Dice:Pres.: El Señor esté con ustedes.℟.: Y con tu espíritu.El sacerdote prosigue:Pres.: Levantemos el corazón.℟.: Lo tenemos levantado hacia el Señor.El sacerdote añade:Pres.: Demos gracias al Señor, nuestro Dios.℟.: Es justo y necesario.El sacerdote prosigue el prefacio, con las manos extendidas.Pres.: En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.Porque tu voluntad nos da la vida, tus decretos la dirigen y un mandato tuyo, en castigo del pecado, nos devuelve a la tierra de la que habíamos sido sacados.Y también te damos gracias porque, al redimirnos con la muerte de tu Hijo Jesucristo, por tu voluntad salvadora nos llevas a nueva vida para que tengamos parte en su gloriosa resurrección.Por eso, como los ángeles te cantan en el cielo, así nosotros en la tierra te aclamamos diciendo sin cesar:En unión con el pueblo, concluye el prefacio, cantando o diciendo en voz alta:℟.: Santo, Santo es el Señor, Dios del Universo. Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria. Hosanna en el cielo. Bendito el que viene en nombre del Señor. Hosanna en el cielo.Prosigue la Plegaria Eucarística.
Sin más, elevamos nuestras oraciones al Señor a través de la Virgen María, Madre de la Iglesia, por los cardenales y por la Santa Iglesia, intensificando nuestras súplicas por la pronta elección del Sucesor de Pedro.
Roma, 29 de noviembre de 2024.
Dom Evaldo Cardeal Habsburgo
Praefectus
Y, quien suscribe,
Dom Pablo Cardeal Rudelli
Quien traduce