AOS RELIGIOSOS DA ORDEM DO CARMO
E À DIÓCESIS DE NUESTRA SEÑORA DEL CARMEN
[16 DE JULHO DE 2025]
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“Aos Carmelitas, sede propícia, ó Estrela do Mar!”
Exmo. Dom Zuriel Arizmendi, O. de M.,
bispo da Diócesis de Nuestra Señora del Carmen;
Exmo. Mons. Carlos Eduardo Cordeiro, O.Carm,
Prior Geral da Ordem do Carmo;
diletos filhos e religiosos da Ordem do Carmo,
[PT]
neste dia de alegria e graça, a Igreja eleva um hino de louvor à Mãe de Deus sob o doce título de Nossa Senhora do Carmo. Meu coração, como Sucessor de Pedro, se une ao vosso para celebrar a Mãe e Rainha do Carmelo, Padroeira da Diócesis de Nuestra Señora del Carmen, na querida terra colombiana, e Mãe terníssima de toda a Família Carmelitana espalhada pelo mundo.
A Virgem do Carmo resplandece como modelo de vida contemplativa e missionária, imagem perfeita da Igreja que escuta, guarda e medita a Palavra de Deus no coração (cf. Lc 2,19), e com coragem a transmite ao mundo. Seu silêncio é fecundo, sua intercessão é poderosa, sua presença é consolo seguro.
Aos amados irmãos e filhos carmelitas consagrados, carmelitas seculares e a todos os leigos devotos, recordo com alegria que vossa vocação, nascida nas alturas do Monte Carmelo, continua a enriquecer a Igreja com a beleza de uma vida centrada na intimidade com Deus, na oração incessante e na dedicação humilde ao próximo.
Aos queridos fiéis da Diócesis de Nuestra Señora del Carmen, que sob o manto da Virgem encontram amparo e esperança, envio esta palavra de ânimo: deixai-vos formar por Maria, como filhos dóceis e missionários apaixonados por Cristo. Que cada comunidade, cada família e cada jovem reencontre nela a alegria da fé vivida com autenticidade.
O Escapulário do Carmo, sinal da aliança espiritual com Maria, nos lembra que pertencemos a ela, e com ela, a Cristo. São João Paulo II nos ensinava: “Quem veste o Escapulário se compromete a seguir Jesus como Maria, modelo de todo discípulo” (2001). Que esse sinal visível desperte em cada um de vós o desejo de viver com coerência o Evangelho.
Num tempo em que a humanidade anseia por paz, interioridade e sentido, Maria com título de Mãe do Carmo aparece como Estrela luminosa que nos guia à fonte da verdadeira vida. A Ela, cheia de graça, voltamo-nos com confiança filial. Como em Caná, Ela nos diz: “Fazei tudo o que Ele vos disser” (Jo 2,5). Escutemos sua voz materna!
Querida Diócesis de Nuestra Señora del Carmen e amada Ordem do Carmo: sede fiéis à vossa vocação! Renovai vossa entrega a Deus com alegria, fortalecei a vida de oração, servi aos pobres com ternura e sede construtores de paz com Maria.
Com todo o afeto do meu coração, invoco sobre vós a abundância das bênçãos divinas. Que a Virgem do Carmo vos envolva com seu manto, vos proteja dos perigos e vos conduza pelos caminhos da santidade. Permaneçam no amor!
[ES]
en este día de alegría y gracia, la Iglesia eleva un himno de alabanza a la Madre de Dios bajo el dulce título de Nuestra Señora del Carmen. Mi corazón, como Sucesor de Pedro, se une al vuestro para celebrar a la Madre y Reina del Carmelo, Patrona de la Diócesis de Nuestra Señora del Carmen, en la querida tierra colombiana, y Madre ternísima de toda la Familia Carmelita extendida por el mundo.
La Virgen del Carmen resplandece como modelo de vida contemplativa y misionera, imagen perfecta de la Iglesia que escucha, guarda y medita la Palabra de Dios en el corazón (cf. Lc 2,19), y con valentía la transmite al mundo. Su silencio es fecundo, su intercesión poderosa, su presencia, un consuelo seguro.
A los amados hermanos carmelitas consagrados, carmelitas seculares y a todos los laicos devotos, recuerdo con alegría que vuestra vocación, nacida en las alturas del Monte Carmelo, sigue enriqueciendo a la Iglesia con la belleza de una vida centrada en la intimidad con Dios, en la oración constante y en la entrega humilde al prójimo.
A los queridos fieles de la Diócesis de Nuestra Señora del Carmen, que bajo el manto de la Virgen encuentran amparo y esperanza, envío esta palabra de aliento: dejaos formar por María, como hijos dóciles y misioneros apasionados por Cristo. Que cada comunidad, cada familia y cada joven redescubra en Ella la alegría de vivir la fe con autenticidad.
El Escapulario del Carmen, signo de la alianza espiritual con María, nos recuerda que le pertenecemos, y con Ella, a Cristo. San Juan Pablo II nos enseñaba: “Quien lleva el Escapulario se compromete a seguir a Jesús como María, modelo de todo discípulo” (2001). Que este signo visible despierte en cada uno de vosotros el deseo de vivir el Evangelio con coherencia.
En un tiempo en que la humanidad anhela paz, interioridad y sentido, María con el título de Madre del Carmen surge como Estrella luminosa que nos guía hacia la fuente de la verdadera vida. A Ella, llena de gracia, nos dirigimos con filial confianza. Como en Caná, Ella nos dice: “Haced lo que Él os diga” (Jn 2,5). ¡Escuchemos su voz maternal!
Querida Diócesis de Nuestra Señora del Carmen y amada Orden del Carmen: ¡sed fieles a vuestra vocación! Renovad vuestra entrega a Dios con alegría, fortaleced la vida de oración, servid a los pobres con ternura y sed constructores de paz con María.
Con todo el afecto de mi corazón, invoco sobre vosotros la abundancia de las bendiciones divinas. Que la Virgen del Carmen os cubra con su manto, os proteja de los peligros y os conduzca por los caminos de la santidad. ¡Permaneced en el amor!
Vaticano, 16 de julho de 2025.