CARTA A LOS PADRES CON OCASIÓN DEL JUBILEO SACERDOTAL
El Jubileo de la Esperanza es un tiempo de gracia, en el cual podemos alcanzar de Dios aquello que más anhelamos. En nuestro contexto minecraftiano, las peregrinaciones nos invitan a reflexionar sobre el papel que desempeñamos en la noble misión evangelizadora de la Comunidad Católica en Minecraft. Desde hace 10 años, somos sostenidos por la mano de Dios, que nos fortalece para seguir adelante, llevando la Buena Nueva del Evangelio a los jóvenes que más lo necesitan. Es esencial que todos nuestros esfuerzos estén orientados a despertar, en cada miembro de la comunidad, el deseo profundo de buscar la santidad en cada momento del día. Más importante que hablar es actuar, y más importante que actuar es vivir plenamente aquello en lo que se cree. La evangelización solo es eficaz cuando primero transforma a quien evangeliza.
Con el objetivo de cumplir esta misión, la Comunidad ofrece diversos medios para vivir los carismas y los servicios de la Santa Iglesia. Uno de los pilares más importantes de esta misión es la actuación de los sacerdotes, pues son ellos quienes, de forma más eficaz, alcanzan todos los rincones del servidor y edifican las comunidades, siempre en comunión y obediencia a los obispos, confirmando a los hermanos en la fe. Como bien nos recuerda el Papa León, los sacerdotes deben, ante todo, buscar la santidad — sin reducirse al papel de simples administradores. En el ambiente virtual donde vivimos esta experiencia de fe, el ministerio sacerdotal adquiere una belleza aún más particular. A través de las vivencias y aprendizajes que adquirimos en Minecraft, somos llamados a ser signos vivos del Evangelio — dentro y fuera de la pantalla — mostrando al mundo la importancia de buscar, en todo, el Reino de los Cielos.
Por tanto, es fundamental que los sacerdotes y sus servicios sean reconocidos y valorados. Pero este reconocimiento jamás debe buscarse por vanidad o gloria personal, sino entendido como un signo de que vale la pena seguir firmes en el camino de la santidad, siendo ejemplo e inspiración para los hermanos. El Jubileo de la Esperanza es más que un evento simbólico — es un llamado a la conversión diaria y al testimonio auténtico. Que cada sacerdote, laico, joven o peregrino comprenda que evangelizar es caminar con los ojos puestos en el cielo y los pies firmes en la misión, sembrando con fe, viviendo con amor y esperando con esperanza.
