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COM. CATÓLICA DE MINECRAFT - UMA DÉCADA A EVANGELIZAR

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Oremus pro Pontifice communitatis nostrae, Benedicto

Bula de Condecoração | Prelazia de Honra de Sua Santidade


BENEDICTUS EPISCOPUS
SERVUS SERVORUM DEI

dilectis filiis, Ioannes Gomecius et Salvator Alfredus,
salutem et Apostolicam Benedictionem.

La perenne alianza de Cristo con su Iglesia se refleja en el ministerio sacerdotal, signo del amor eterno de Dios por su pueblo (cf. Ef 5,24-25). Tal alianza se vive cotidianamente a través de la entrega celosa de presbíteros que, configurados con Cristo Sacerdote, actúan como pastores, maestros de la fe y servidores del altar. Reconociendo el valor de este ministerio y los méritos de aquellos que, con fidelidad y amor, dedican sus vidas a la edificación del Reino de Dios, la Sede Apostólica confiere títulos honoríficos como signo de aprecio y estímulo al servicio constante.

De acuerdo con el Motu Proprio Ordine ad Presbyteros, promulgado por el Papa Juan, nuestro predecesor, reiteramos que dichas dignidades no son títulos de prestigio mundano, sino signos visibles de comunión eclesial y de estímulo para el impulso evangelizador. Los títulos honoríficos, como reflejo del servicio eclesial, son medios para animar la renovación misionera del clero, a fin de que éste ejerza su apostolado con ardor y humildad.

De este modo, tras la solicitud de nuestro venerable hermano Sergio Gómez, arzobispo de la Iglesia de Guadalajara, en México, y habiendo examinado las razones, cualidades y aptitudes presentadas, conferimos la dignidad de Prelados de Honor de Su Santidad a los presbíteros John Gómez y Salvador Alfredo, ambos incardinados en la Arquidiócesis Metropolitana de Guadalajara, en México, reconociendo su entrega y sus servicios prestados a la Iglesia, también en la Curia Romana o en la Nunciatura Apostólica.

Asimismo, disponemos que quienes reciben esta dignidad están autorizados únicamente a usar las vestiduras eclesiásticas apropiadas a su nueva condición, conforme a lo dispuesto en el citado Motu Proprio Ordine ad Presbyteros, a las normas litúrgicas y a las buenas costumbres, a partir de la entrega de las insignias. Esta entrega deberá realizarse “en una celebración, sea Eucarística, sea de la Palabra o de la Liturgia de las Horas, presidida por el Delegado Pontificio o por el Obispo Diocesano, inmediatamente después de la homilía. Para tal ocasión, se lee la condecoración enviada por el Santo Padre y el presidente entrega en manos de los monseñores sus birretes sin pronunciar palabra; entonces, los monseñores se los colocan en la cabeza y saludan al presidente. Luego, se prosigue el rito como de costumbre” (n.º 8).

Además, reiteramos con vehemencia que este título, de carácter honorífico, no modifica la misión fundamental del sacerdote, que permanece dedicada a la predicación del Evangelio, a la celebración de los sacramentos y al servicio de la comunidad cristiana. Por ello, exhortamos a los presbíteros así honrados a seguir ejerciendo su ministerio con humildad y espíritu de servicio, recordando que todo honor en la Iglesia debe estar orientado a la mayor gloria de Dios y a la edificación de su pueblo.

Finalmente, suplicamos que la Santísima Virgen María, Madre de la Iglesia, acompañe a estos presbíteros en su misión y los inspire a seguir el ejemplo del Sumo y Eterno Sacerdote, Jesucristo.

Datum Romae, apud Sanctum Petrum, die XV mensis VII, Anno Sancto Iubilaei MMXXV – Peregrini Spei, primo Pontificatus nostri.



Benedictus Pp. VIII
Pontifex Maximus


 
† Henricus A. Gänswein
Archiepiscopus Urbis Salviae