al venerable hermano Sahid Prado Müller,
elegido nuestro Vicario General para la Diócesis
de Roma, Salud y Bendición Apostólica.
“Manete in dilectione mea!”
(Jo 15,9)
La Diócesis de Roma, Madre y Cabeza de todas las Iglesias, necesita siempre un servicio pastoral cercano, prudente, firme en la fe y celoso en la caridad, para que, en nombre del Sucesor de Pedro, sea continuamente guiada, santificada y gobernada según el espíritu del Evangelio.
Habiendo considerado atentamente las necesidades de esta Iglesia particular, y reconociendo en el Venerable Hermano, el Cardenal Müller, notables dotes de sabiduría pastoral, fidelidad al Magisterio, experiencia administrativa y caridad vigilante hacia el Pueblo de Dios;
Y deseando asegurar a la Diócesis de Roma un Vicario General que represente, con plena autoridad, Nuestro ministerio episcopal y pastoral;
Nosotros, en el ejercicio de la autoridad Apostólica, te nombramos y constituimos nuestro Vicario General para la Diócesis de Roma, confiriéndote todas las facultades, prerrogativas, jurisdicción ordinaria, poderes ejecutivos y pastorales que el derecho canónico y las costumbres de la Sede Romana atribuyen al Vicario del Papa para esta Diócesis.
En virtud de este nombramiento:
I. El Cardenal Vicario ejercerá, en Nuestro nombre y autoridad, el gobierno ordinario de la Diócesis de Roma, conforme al can. 478 y disposiciones correlativas;
II. Tendrá competencia para promover, dirigir, coordinar y supervisar la vida pastoral, litúrgica, sacramental y administrativa de la Diócesis;
III. Actuará siempre en plena comunión con el Romano Pontífice, cuyo mandato representa, preservando la unidad, la disciplina y la integridad de la fe;
IV. Será responsable de nombrar, confirmar y orientar los organismos pastorales y administrativos necesarios para el buen ejercicio de la misión eclesial en la Ciudad Eterna.
Que esta Bula sea registrada en los archivos de la Diócesis de Roma, publicada oficialmente y comunicada al Clero Romano y a todo el Pueblo de Dios que peregrina en la Urbe.
Invocamos sobre el nuevo Cardenal Vicario la protección de los santos Apóstoles Pedro y Pablo, columnas de la Iglesia y patronos de Roma, para que su misión sea fecunda e iluminada por la gracia del Espíritu Santo.


