Vaticano, 09 de dezembro de 2024.
Às Conferências Episcopais em Minecraft
E a todos e cada um dos irmãos no Episcopado.
Excelentíssimos irmãos,
No espírito de comunhão e colegialidade, fundamento da unidade do Corpo de Cristo, é com grande júbilo e proximidade que dirigimos a vós este convite, a fim de que participeis conosco de um momento de singular importância para a Igreja de Deus. No curso de nossa primeira visita apostólica à Igreja Hispanohablante, cujo objetivo é fortalecer os laços de esperança e proximidade entre os povos desta belíssima região, celebraremos um evento que marcará profundamente o nosso pontificado e a vida da Igreja presente no hemisfério ocidental.
Na cidade do México, coração espiritual de sua nação, teremos a honra de celebrar a Santa Missa na venerável Basílica de nossa Senhora de Guadalupe, que, com seu manto maternal, há séculos acolhe e intercede pelos povos das Américas. Durante esta solene concelebração, consagraremos o nosso pontificado e toda a Comunidade cristã, com especial atenção às Américas, à Santíssima Virgem de Guadalupe, Rainha e Mãe de Misericórdia, que nos conduz ao seu Filho, Jesus Cristo.
Compreendemos a relevância deste ato para os países que vós representais, em especial para o querido povo mexicano, que custodia o tesouro da milagrosa imagem da Virgem de Guadalupe. Por isso, desejamos ardentemente que os bispos do Brasil, da Colômbia, da Nicarágua e do México, unidos em espírito e presença, renovem conosco sua entrega ao serviço da Igreja e reforcem a consagração de suas dioceses à Mãe de Deus, símbolo de unidade e esperança para os filhos deste continente.
Ao reunirmo-nos diante de tão augusto Santuário, pediremos à Virgem de Guadalupe que interceda pela paz entre as nações, pela proteção dos pobres e vulneráveis e pelo ardor missionário que deve animar todos os membros de nossa Igreja. Neste sentido, vossa presença será um testemunho eloquente da fraternidade episcopal e do compromisso comum de construir uma Igreja unida, próxima e fiel ao seu Senhor.
Pedimos que acolhais este convite como expressão de nosso desejo de caminhar convosco no mesmo espírito de serviço e que vossa participação seja um sinal de renovada esperança para os fiéis que vos foram confiados.
Rezem por nós, na certeza que rezamos pelos senhores.
Fraternalmente,
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A las Conferencias Episcopales en Minecraft
Y a todos y cada uno de los hermanos en el Episcopado.
Excelentísimos hermanos,
En el espíritu de comunión y colegialidad, fundamento de la unidad del Cuerpo de Cristo, con gran júbilo y cercanía, nos dirigimos a vosotros con este convite, para que participéis con nosotros en un momento de singular importancia para la Iglesia de Dios. En el curso de nuestra primera visita apostólica a la Iglesia de habla hispana, cuyo objetivo es fortalecer los lazos de esperanza y cercanía entre los pueblos de esta hermosa región, celebraremos un evento que marcará profundamente nuestro pontificado y la vida de la Iglesia presente en el hemisferio occidental.
En la Ciudad de México, corazón espiritual de esta nación, tendremos el honor de celebrar la Santa Misa en la venerable Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe, que, con su manto maternal, acoge e intercede desde hace siglos por los pueblos de las Américas. Durante esta solemne concelebración, consagraremos nuestro pontificado y toda la Comunidad cristiana, con especial atención a las Américas, a la Santísima Virgen de Guadalupe, Reina y Madre de Misericordia, que nos conduce a su Hijo, Jesucristo.
Comprendemos la relevancia de este acto para los países que representáis, especialmente para el querido pueblo mexicano, que custodia el tesoro de la milagrosa imagen de la Virgen de Guadalupe. Por ello, deseamos ardientemente que los obispos de Brasil, Colombia, Nicaragua y México, unidos en espíritu y presencia, renueven con nosotros su entrega al servicio de la Iglesia y refuercen la consagración de sus diócesis a la Madre de Dios, símbolo de unidad y esperanza para los hijos de este continente.
Al reunirnos frente a tan augusto Santuario, pediremos a la Virgen de Guadalupe que interceda por la paz entre las naciones, por la protección de los pobres y vulnerables, y por el ardor misionero que debe animar a todos los miembros de nuestra Iglesia. En este sentido, vuestra presencia será un testimonio elocuente de la fraternidad episcopal y del compromiso común de construir una Iglesia unida, cercana y fiel a su Señor.
Os pedimos que acojáis este convite como expresión de nuestro deseo de caminar con vosotros en el mismo espíritu de servicio y que vuestra participación sea un signo de renovada esperanza para los fieles que os han sido confiados.
Rezad por nosotros, con la certeza de que rezamos por vosotros.
Fraternalmente,
